viernes, 26 de febrero de 2016

URGENTE: DOS GRAVES ATENTADOS AL PATRIMONIO Y EL MINISTRO USURPADOR NO TOMA CARTAS EN EL ASUNTO.

Los asesores del gabinete del Ministro-que-habla-demasiado no se han enterado  del grave  daño patrimonial que ha  quedado al descubierto el 22 de febrero  en la comuna de Huara, luego que el cementerio pampino de Negreiros  quedara completamente inundando tras la rotura de una cañería de la empresa Cosayach,  dedicada a la extracción de yodo.

Hasta el momento, el Consejo de Monumentos Nacionales  se encuentra recabando antecedentes para analizar el tema.   Ya sabemos lo que esta frase significa. 





(Fuente: soyiquique)



El alcalde la Huara, Carlos Silva, ya ha anunciado  acciones legales contra la faena por los perjuicios que está provocando esta situación.  Hubiese sido “muy interesante” que el señor ministro y sus asesores de artes visuales y patrimonialidad hubiesen podido trasladarse a conocer de primera mano este grave incidente, para demostrar además, que algo conocen de los problemas de la patrimonialidad en el frente de la primera línea.  Parece que están más preocupados en organizar operaciones de prestigio  de dudosa eficacia, que contempla la participación del Ministro en eventos internacionales en actividades para las que carece de total pertinencia. Indaguen informaciones sobre su participación en una bienal argentina.  El caso es que la inundación del cementerio de Negreiros  exige la presencia del Ministro en cuestión, ya que corresponde de manera absoluta que, ya que ha usurpado sus funciones al penetrar en la jurisdicción del MNBA, podría haber hecho lo mismo respecto de la indolencia estructural del Consejo de Monumentos. Parece que ahí le hacen frente y sus operaciones no logran  la eficacia de otras usurpaciones.

Una segunda situación que los asesores de artes visuales y patrimonialidades adjuntas no han informado al  Ministro Usurpador de funciones corresponde a un FNDR de la Región de  Tarapacá, de un monto de 10 millones de pesos, destinado a reemplazar las “cruces  rotas” del cementerio de Pisagua.   Este cementerio no es monumento nacional, sin embargo se configura como un conjunto patrimonial que merece ser tratado de acuerdo a las exigencias de protección de  un sitio histórico y de memoria.  Esto es para preservar el sitio de la acción de personas de “buenas intenciones” que terminan siendo  inescrupulosas, ya  que en su ignorancia de los procesos técnicos y precisiones conceptuales mínimas,  causan daños irreparables.  Es absolutamente imprescindible instalar un debate sobre el estatuto de las “cruces rotas” en un proceso de conservación de sitio, porque esa pretendida “rotura” tendría un alcance significante para la definición misma del sitio.  La noción de “mejoramiento del ornato” de un cementerio debe ser objeto de un debate  entre profesionaes y la ciudadanía.  Hay protocolos para  que ello sea posible y es de toda evidencia que estos no han sido respetados.  Lo grave es lo hacen con la aprobación no menos irresponsable de los  miembros del Consejo Regional que aprueba los FNDR.  



Estas dos situaciones debieran ya haber sido objeto de una intervención directa de un Ministro que parece estar más dispuesto a inaugurar Nerudas-volando o cosas por el estilo, que a ejercer su privilegio en los frentes de los problemas reales,  sobre todo en lo que a Patrimonio se refiere.  ¿Con qué cara se puede presentar ante la Comunidad del Patrimonio, si no vemos que tome acciones eficaces en vistas a la preservación de principios básicos? Que yo sepa, el Area Juridica del CNCA no ha presentado ningún recurso de protección sobre estos casos.  Sus abogados podrían servir para algo m´às que cubrir las ineptudes de no pocos director@s regionales.

Ya que el Ministro usurpa funciones, en este caso, hacer lo que no le corresponde podría favorecer una toma de decisiones  con mayor pertinencia.  Esperar que el Consejo de Monumentos recabe los antecedentes puede ser fatal. Y en el caso del Consejo regional de Tarapacá, el debiera tener la obligación de detener semejante  atentado a la memoria material del sitio de Pisagua. 

Los asesores de artes visuales y de patrimonio, en vez de amenazar a los trabajadores que no se dejan doblar la mano por las arbitrarias decisiones de sus equipos, debieran tener la cordura de ocuparse de problemas reales que tienen lugar en un territorio que desconocen.  De otro modo, lo que está en cuestión es la ética de su profesionalidad. 

Entonces, ¿para cuando esperamos al Ministro  su visita a Huara y Pisagua?

No hay comentarios:

Publicar un comentario